Llega un momento en nuestra trayectoria académica en el que toca enfocar la dirección hacia la que queremos dirigir nuestro camino. Ya antes de llegar a la universidad debemos decidirnos entre áreas más centradas en las ciencias o en las letras, pero ¿qué sucede cuando toca dar el salto a la educación superior? ¿Cómo puedes descubrir tu verdadera vocación? Vamos a darte algunas pistas que pueden guiarte en esta decisión que, al final, será totalmente personal. Pero si conseguimos darte un poco de luz, estaremos encantados de ayudarte.
- Descubre cuáles son las características que tiene que tener la carrera que te gustaría hacer. Esto ya lo habrás tenido que ir definiendo antes en la elección de los estudios de Secundaria, decidiendo si prefieres orientarte hacia una formación más humanística, artística o científica.
- Piensa en tus habilidades y cualidades. Si quieres estudiar Telecomunicaciones y las matemáticas nunca han sido tu fuerte quizá debería decantarte por otra opción, por poner un ejemplo. Siempre hay aptitudes que se pueden mejorar, pero hay algunas que son innatas y que debes identificar a la hora de tomar tu decisión.
- Analiza el mercado de trabajo. Investiga si la carrera que te gustaría hacer tiene salidas profesionales que resulten de tu interés. Aunque esto a veces se pasa por alto cuando tienes muy clara tu decisión y se trata de una vocación que nadie puede cuestionar ni cambiar, ni siquiera la situación laboral que puedas encontrarte al terminar. Al fin y al cabo, lo fundamental es estudiar algo que te llene y te motive.
- Habla con tu familia, con tus amigos, con el orientar de tu instituto, con alguien de la universidad en la que quizá vayas a estudiar, con profesionales que ya están ejerciendo en el sector que te resulta interesante… No se trata de dejarte influenciar por opiniones diferentes pero sí de ver distintos puntos de vista que te pueden ayudar a encontrar esa vocación cuando te sientes muy perdido.
- En definitiva, lo más importante es elegir una carrera por la que sientas interés, que te motive lo suficiente como para dedicarle unos años de tu vida, o tu vida entera si finalmente terminas trabajando de ello, que es de lo que se trata. No tomes la decisión solo basándote en que puede tener salidas en un futuro porque si no te gusta lo que vas a estudiar no serás productivo ni sentirás ilusión ni ganas de hacerlo.
