Becas Estudio

Algunas claves para afrontar los gastos universitarios

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La etapa universitaria trae consigo muchas oportunidades, pero también muchos dolores de cabeza, sobre todo por el gran desembolso económico que conlleva. No es un secreto que las tasas universitarias han experimentado una subida durante la última década, aunque, a menudo, el coste de la matrícula (que, dependiendo del grado y de la universidad, puede ir de los 600 a más de 1000 euros por curso) es el menor de los problemas. A ella hay que agregar material, transporte e incluso manutención para los estudiantes que cursan la carrera lejos de la residencia familiar: alquiler de piso, facturas, comida…

En general, todo un compendio de gastos a los que deben hacer frente tanto padres como hijos. Por ello, hemos elaborado una serie de recomendaciones, con el afán de que la gestión de todos estos gastos sea más sencilla y no se convierta en un problema que empañe este período de la vida estudiantil.

Ahorrar con previsión

Es importante ahorrar con tiempo, antes de que llegue el momento de ir a la universidad. Destinar periódicamente una pequeña parte del presupuesto familiar al futuro universitario de los hijos hará que cuando llegue el momento podamos cubrir una buena parte de los gastos que derivan de él.

En caso de que esto ya no sea posible, siempre tenemos la posibilidad de solicitar pequeños créditos, como los préstamos Moneyman, que nos proporcionen un pequeño desahogo para pagar los costes universitarios a plazos y así evitar grandes desembolsos.

Estudiar con beca

La presión económica es posiblemente uno de los mayores incentivos para esforzarse al máximo y que los resultados académicos permitan el acceso a becas. Las becas pueden cubrir total o parcialmente la matrícula, además de otros gastos asociados a la vida universitaria, y constituyen un alivio muy importante para el estudiante y para las familias.

Realizar trabajos estacionales

Como estudiante, tener un trabajo de verano o de fin de semana te ayudará a costear muchos de tus gastos. Aunque no te reporte grandes beneficios económicos, todo cuenta. Además de los trabajos estacionales, puedes probar a dar clases particulares de aquellas asignaturas de la carrera en las que sobresalgas. No te quitará mucho tiempo, sacarás un dinerillo extra y seguramente tus compañeros lo agradecerán.

Compartir piso

Esta ya es la opción más frecuente entre estudiantes universitarios, y es que, cuando estudias lejos del domicilio familiar, compartir piso y facturas de agua, luz e internet es una buena forma de limitar tus gastos. Además, considera en la medida de lo posible buscar un piso que quede cerca del centro de estudios para ahorrar también en transporte.

Comer en casa

Salir a comer y a cenar es tentador, especialmente si no nos damos mucha maña con la cocina. Pero la realidad es que es una forma muy sencilla de disparar los gastos sin que nos demos cuenta. Cocinar en casa es la mejor opción para controlar los gastos y también, ya de paso, la dieta.

Vender lo que no necesites

Una forma de conseguir un dinero extra es deshacernos de aquellas cosas que tenemos por casa y a las que ya no les damos uso, pero de las que consideramos que otras personas pueden sacar provecho. Desde ropa a viejos ordenadores o muebles, hoy en día son muchas las plataformas online que simplifican esta tarea. Revisa el trastero y el fondo de los armarios y seguramente encuentres muchos objetos que no necesites.

Comprar de segunda mano

Del mismo modo que tú puedes vender tus cosas, muchas otras personas lo hacen. Comprar de segunda mano es la forma más sostenible y económica de comprar, por lo que, cuando necesites algo, intenta buscarlo usado. También puedes aprovechar recursos gratuitos, como las bibliotecas, y evitar gastos superfluos como el gimnasio (siempre puedes hacer deporte en casa o en el parque).

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