Becas Estudio

Cómo dar un discurso inspirador

discurso inspirador
Facebook
Twitter
LinkedIn

Hablar en público no es fácil. De hecho, suele ser uno de los principales miedos que todos sufrimos y al que todos, también, nos tenemos que enfrentar en algún momento de nuestra vida. Quizá te haya tocado ponerte enfrente de un auditorio para despedir el curso, por ejemplo, o para clausurar el acto de graduación. ¿Cómo dar un discurso inspirador? No es fácil, pero es posible. De ti dependerá, además, que sea memorable…

  1. Lo primero de todo, y para nada sencillo, consiste en captar la atención de tu público. Narra una anécdota, pon un vídeo… Algo que les llegue o despierte su curiosidad. Puedes jugar con el humor o con los sentimientos. O con ambas cosas a la vez… Cuanto antes consigas que estén atentos a tu discurso, mejor.
  2. Cuenta historias. Estamos rodeados de historias. En la tele, en el cine, en los libros… Utilizar alguna de ellas en tu discurso despertará la empatía de tus oyentes, podrás hacer reír o emocionar a las personas que te están escuchando, y seguro que si son historias divertidas, entretenidas o con sentimientos no se aburren en ningún momento. Mantén un equilibrio entre las ideas que quieres exponer y las emociones que deseas despertar.
  3. Haz una previsualización de lo que será tu discurso. A todos nos gusta saber qué nos espera. Al igual que vemos el trailer de una película para ver de qué trata, cuando hagas un discurso no te olvides de dar una pincelada de los principales aspectos que vas a tratar, así evitarás que parezca que estás divagando y pierdas credibilidad.
  4. Mantén el interés. Es muy importante que captes la atención de tu audiencia, pero es fundamental que seas capaz de mantenerla. Seguro que has escuchado speeches aburridos de una persona que no era capaz de transmitir o que lo que decía no resultaba del todo interesante. Presta atención tanto al fondo como a la forma, pues tu lenguaje no verbal te ayudará mucho a conseguir mantener esa atención mientras hablas.
  5. No leas. Esto es imprescindible para conseguir el punto anterior. Está claro que puedes llevar un papel que te sirva como apoyo en un momento dado o para sentir más confianza mientras hablas, pero cuanto menos leas, mucho mejor. Puedes subrayar las palabras clave para que de un solo golpe de vista te venga a la cabeza el resto del discurso. Ensaya antes y grábate en vídeo.

Uno de los discursos más inspiradores que conozco es el que pronunció Steve Jobs en Stanford en el año 2005.

Scroll al inicio