Sea lo que sea aquello que estés estudiando, ya sea un idioma, un instrumento musical, las asignaturas de una carrera o de un máster… puedes hacerlo de una manera más eficaz maximizando el tiempo que dedicas a ello.
Nuestro cerebro no es capaz de abarcar todo lo que le llega, de retener todo lo aprendido; hay fugas por las que se escapa información, de hecho, no ha sido diseñado para recordarlo todo.
Según explican desde Lifehack, existe una pirámide del aprendizaje que se estableció en los años 60 y que describe cómo recuerdan las personas. Según el NTL Institute aprendemos:
– un 5% de lo que escuchamos (en clase, por ejemplo).
– un 10% de la lectura de libros o artículos.
– un 20% de lo que vemos en vídeos, aplicaciones y formato audiovisual.
– un 30% de lo que vemos en una demostración práctica.
– un 50% cuando participamos en una discusión de grupo.
– un 75% cuando ponemos en práctica lo han aprendido.
– un 90% cuando se lo enseñamos a otras personas.
Según estos datos, lo bueno es no forzar al cerebro a recordar información a través de los métodos «pasivos» sino concentrar nuestro tiempo, recursos y energía en la parte participativa ya que parece demostrado que proporciona unos resultados más eficaces en un menor tiempo.
Pero todos tenemos las mismas horas en un día, ¿verdad? Entonces…
¿De qué manera puedes aprovecharlas al máximo para rendir más y mejor?
El caso es cómo se utiliza ese tiempo invertido en el aprendizaje, ya que si, por ejemplo, una persona ha dedicado una hora estudiar un idioma y ha retenido el 90% de lo que ha aprendido habrá sacado mucho más partido a los minutos que otra que estuvo cinco horas y solamente retuvo el 10% de la información que llegó.
Es fundamental para ello encontrar el método más eficaz desde el comienzo o tener alternativas si vemos que algo no funciona como pensábamos. Es cuestión de sacar todo el rendimiento a ese tiempo limitado del que disponemos, centrándonos en esas soluciones que ofrecen un mayor impacto y alejándonos del resto.
Así que si quieres que cada vez sea mayor el porcentaje de lo aprendido debes descubrir la metodología que mejor te funciona. Puedes combinar lectura con escritura y con participación en grupos, o convertirte tú en instructor para otra persona para retener el máximo posible de información. Con la práctica irás viendo de qué manera maximizas tu tiempo y obtienes mejores resultados para que concluyas con éxito aquella formación que tienes entre manos.
