Becas Estudio

Cómo recuperar las ganas de estudiar

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La vuelta a la rutina de septiembre puede ser más dura de lo esperado. Cuesta recuperar esos hábitos de estudio que, quizá durante el verano, has dejado un poco aparcados. Es normal, no pasa nada, pero es el momento de activarse y encontrar la motivación necesaria para ponerse de nuevo a estudiar. ¿Cómo conseguirlo?

A continuación repasamos algunos consejos que te pueden ayudar a ponerte ante tus apuntes con todas las ganas del mundo. O al menos, las máximas posibles en el momento en el que estamos… 😉

  1. Crea recompensas. Hasta que vayas recobrando tus hábitos de estudio (y luego también) asocia el hecho de sentarte frente a los libros con algo positivo, márcate una recompensa que te puedas regalar al terminar de repasar ese tema o de pasar tus apuntes a limpio. Puede ser ver una peli, salir a tomar algo con un amigo, comerte un helado… Si estudias con alicientes serás más productivo.
  2. Vuelve a diseñar tus rutinas de trabajo. El verano es época de descontrol de horarios. Para recuperar las ganas de estudiar ahora toca volver a crear tus rutinas, con unos horarios establecidos y hábitos regulares de estudio, comida y descanso que te ayuden a volver a ponerte en marcha con energía.
  3. Prepara tu lugar de trabajo. Si tu habitación ha estado en modo verano ha llegado el momento de prepararla para el modo estudio. Recoge y ordena el espacio y acondiciona tu mesa y tu escritorio para poderte poner a estudiar en el mejor entorno posible. Asegúrate de que tienes todo el material necesario para empezar.
  4. Planifica. No vas a recuperar las ganas de estudiar si no te pones manos a la obra. Deja a un lado la procrastinación y organiza tu tiempo de trabajo desde ya mismo. Nada de «cuando tenga un examen ya me organizaré»; debes hacerlo desde el comienzo. Escribe tus horarios de clases, incluye tus actividades de ocio y tu tiempo de descanso. Cuando lo veas todo sobre el papel te sentirás con mucha más fuerza.
  5. Fija objetivos pequeños y delimitados en el tiempo. De momento, puede bastar con sentarte en el escritorio delante de tus apuntes. Venga, es un primer paso. A continuación marca una meta realista y consecuente, y céntrate en ello, sin pensar en lo demás que tienes que hacer. Y así sucesivamente. Estos objetivos deben estar delimitados en el tiempo y cuando los cumplas te sentirás tan satisfecho que querrás seguir, casi sin darte cuenta, a por el siguiente.
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