A veces nos es que falten ganas, es que no hay suficiente dinero… Irse a vivir solo o en un piso compartido no resulta del todo sencillo cuando tu situación económica quizá no sea la más boyante. Sin embargo, ahorrar para poder independizarte es posible y te vamos a dar algunos consejos para conseguirlo y poder disfrutar de esta nueva vida. Si estás compaginando trabajo y estudios será un poquito más fácil…
- Haz una lista con los gastos habituales que tienes durante un mes. Elabora una planificación con un presupuesto para evitar pasarte y si ese mes no te cuadra algún gasto que no es urgente ni importante, no lo hagas. Ordena tu lista empezando por los conceptos que son imprescindibles y tendrás que pagar sí o sí y haz una valoración de lo que deberías ahorrar mes a mes. Hacer una hucha te puede ayudar también.
- Uno de los gastos más importantes será el de la comida. Puedes comenzar a ahorrar en tu cesta de la compra y lo primero que has de hacer es comparar precios en los diferentes supermercados que haya próximos a tu casa. Las marcas blancas suelen ser más económicas. Evita los caprichos y haz una compra sensata y consecuente.
- Evita derrochar electricidad. No te dejes luces encendidas ni aparatos electrónicos en stand by, cambia las bombillas y coloca de bajo consumo, no dejes la tele puesta si no la estás viendo, quita el cargador del móvil de la corriente cuando ha terminado de cargar… Se trata de gestos sencillos que si los conviertes en hábitos te ayudarán a ahorrar dinero.
- Organiza planes caseros. Salir a tomar algo con tus amigos está muy bien, y alguna vez se puede hacer, pero hacerlo en casa es bastante más asequible y te ayudará a ahorrar y poder vivir sin tener tantos gastos.
- Si tienes que comprar muebles para la casa de alquiler hazlo poco a poco. Hazte con aquello que es imprescindible para vivir y ve ampliando conforme puedas, si es que quieres… Si vives en un piso compartido estos gastos los podréis pagar entre todos. Puedes acudir a tiendas de segunda mano o apostar por el reciclaje de objetos o muebles que te den tus padres o familiares.
- Revisa las tarifas de teléfono e Internet que tienes contratadas. Quizá hasta este momento no te habías parado a pensar demasiado, pero cuando toca pagarlo a ti todo suma. Compara las ofertas de distintas compañías y elige aquella que mejor se ajuste a tus necesidades y te ofrece el precio más competitivo.
