En un artículo anterior vimos de qué forma el sedentarismo puede afectar negativamente a tu cerebro. Nos quedamos en esta zona tan importante para tu formación y tu desarrollo para conocer, en este caso, qué le sucede cuando bailas. Una actividad muy recomendable que tiene muchos beneficios físicos y, como vamos a ver ahora, también mentales.
1.- Bailar mejora la plasticidad neuronal
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine y dirigido por el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York determinó, entre otras conclusiones, que bailar con frecuencia disminuía en un 76% el riesgo de padecer demencia, siendo ésta la única actividad física que influía en la agudeza mental de las personas estudiadas. Bailar con regularidad hace que existan mayores reservas cognitivas y mejora las cualidades neuronales.
2.- Personas más inteligentes
Cuando el cerebro evalúa diversas respuestas razonables ante una cuestión y elige deliberadamente una respuesta, el proceso se considera que es inteligente. La esencia de la inteligencia está en la toma de decisiones. Para mejorar la agudeza mental, es muy bueno realizar una actividad física que exija tomarlas en una fracción de segundo. El baile es un claro de ejemplo de ello, pues su ritmo rápido precisa de toma de decisiones rápidas, de respuestas inmediatas.
3.- Mejora la memoria muscular
La revista Psychological Science publicó los resultados de una investigación que concluía que la visualización de los movimientos y el marcado de los pasos puede ayudar a mejorar la memoria muscular.
4.- El proceso de envejecimiento se ralentiza
El doctor Katzman cree que cuanto más complejas sean nuestras conexiones neuronales, mejor. Considera que debemos hacer todo lo posible para crear nuevos caminos neuronales, y el baile es una buenísima manera para hacerlo. Según vamos haciéndonos mayores, las células cerebrales mueren y las sinapsis se vuelven más débiles. Nos cuesta recordar cosas ya que solamente hay una vía neuronal que nos lleva hasta la información que tenemos almacenada.
Trabajar el aprendizaje de cosas nuevas, como es el caso del baile, fomentará el trabajo de construcción de distintos caminos mentales. Por lo que si por cuestión de la edad se pierde una de estas rutas, habrá caminos alternativos para llegar hasta nuestros recuerdos.
5.- Previene los mareos
Los bailarines no se marean cuando hacen giros porque, gracias a la práctica y la formación, adquieren la capacidad de eliminar las señales de los órganos del equilibrio del oído interno que están vinculados con el cerebro. Bailar ayuda a mejorar el funcionamiento del cerebelo, que a su vez puede ayudar a mejorar su equilibrio y hará que nos mareamos menos.
