En muchos procesos de becas o también para algunos puestos de trabajo se exige como requisito obligatorio estar en posesión de una acreditación de inglés a través de una certificación que sirva como aval de los conocimientos que posee el candidato.
Una de las instituciones más conocidas que hace estas certificaciones es la Universidad de Cambridge que todos los años organiza en 130 países los exámenes conocidos como Cambridge ESOL que son seis certificaciones según niveles, desde el más básico (A1) hasta el más avanzado (C2), tanto para adultos como para niños mayores de siete años. Estos niveles son los equivalentes a los que establece el Consejo de Europa en el Marco Común Europeo de Referencia de las Lenguas. Por eso, si son requeridos por una institución europea pueden servir como referencia para concretar el nivel de conocimiento del idioma que se tiene. Los niveles más conocidos y los más demandados son el Fisrt Certificate Exam (FCE), el Certificate in Advanced English (CAE) y el Certificate in Proficiency English (CPE). El First es el nivel mínimo que ha de tenerse para entenderse y comunicarse en inglés; el que piden las empresas habitualmente es el Advanced, y el Proficiency sería como tener un nivel bilingüe.
Por otro lado, el IELTS es otro certificado que avala el nivel de inglés. Está gestionado por la Universidad de Cambrigde, el IDP Australia y el British Council. El examen se divide en dos partes, una general, adecuada sobre todo para personas que necesitan el inglés por razones de trabajo, y otra más académica, para quienes quieren hacer sus estudios en centros o universidades que imparten su formación en este idioma. No hay hay aprobado ni suspendido si no que es una prueba de nivel, hay que alcanzar la puntuación que pidan en cada convocatoria.
El Test of English as a Foreign Language (TOEFL) es otra certificación en la que se examinan conocimientos de inglés americano. Por eso, suele ser requisito para entrar en universidades o centros de enseñanza superior de Estados Unidos. Suele ser el más demandado para poder realizar másteres internacionales. Tampoco sirve aquí lo de suspender o aprobar, si no que se marca un nivel de puntuaciones en una escala de 1 a 120; el centro de estudios establece qué cifra se tiene que tener como mínimo para poder acceder a la formación correspondiente. Tiene una duración de dos años, si pasa más tiempo es necesario volverse a examinar para actualizar la puntuación.
