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Propósitos 2016. ¡Los cumplimos!

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Nos encontramos en plena época de hacer propósitos. 2015 llega a su fin y, a pocos días para recibir a 2016, nos planteamos la lista que, cada año, elaboramos para cumplir durante los 365 días restantes. A veces no lo conseguimos y, en realidad, tampoco pasa nada. No hay que sentirse culpable, si lo hacemos es por nuestro bien y si no, también será nuestro problema y deberemos ser consecuentes con ello. Sin fustigarnos. Pero los propósitos de 2016 pueden convertirse en un aliciente, una motivación que nos ayude a superarnos día a día, ponernos retos y cumplirlos. Es fácil si pones voluntad y constancia.

Cada persona tiene sus propósitos personales. Hay varios bastante recurrentes: dejar de fumar, aprender inglés o hacer deporte no suelen faltar en estas listas. La reflexión de cómo hemos vivido el año anterior nos lleva a querer hacer mejor las cosas, o hacerlas diferente, por eso en estos días es momento de pararse a pensar y ver qué queremos lograr. En realidad, no es necesario que sean unos retos enormes, de hecho, pequeños objetivos son más asumibles y, al cumplirlos, estamos logrando igualmente algo grande.

No seré yo quien te diga qué propósitos debes incluir en esa lista. Es tu reflexión y tu examen. Cada persona tiene sus propias prioridades, hay quien querrá pasar más tiempo con su familia en 2016 y quien deseará ser más independiente durante el año que está por comenzar. Haz balance de lo que mejor te ha hecho sentir este año y de lo que desearías que fuese distinto. En tu mano está lograrlo.

Cómo cumplir tus propósitos

Ser más organizado en tus rutinas de estudio, no dejar las cosas para última hora, planificar mejor mi tiempo… Seguro que son algunos de los propósitos que te marcas para 2016. Escribe en un papel aquello que deseas cumplir al año que viene. Verlo reflejado por escrito ayuda mucho a visualizarlo. Después, ve marcándote objetivos a cumplir, enmarcados en un espacio de tiempo concreto. Delimitar y concretar los objetivos es fundamental.

Pero, si me permites el atrevimiento, creo que debe haber uno presente en todas las listas de propósitos: quéjate menos y sonríe más. A veces caminamos por la calle como encogidos, mirando hacia abajo y con el gesto apretado. Prueba a levantar un poco la espalda, mirar al frente (si miras hacia arriba todavía descubrirás cosas más bonitas), relajar tu expresión y sonreír. ¿A que cambia? Como decía Mafalda: comienza tu día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir desentonando con todo el mundo.

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