Acabas de empezar tus primeras prácticas en empresa y quieres dar lo mejor de ti. Ser creativo, eficiente y productivo. A continuación te presentamos 13 hábitos que deberás poner en marcha si quieres conseguirlo.
- Planifica. El día anterior haz una lista de las cosas que tienes que hacer por la mañana.
- Llega temprano. Podrás repasar tu agenda y comenzar el día con menos sensación de agobio. Madrugar tiene muchos más beneficios de los que piensas…
- Crea un entorno adecuado de trabajo. Mantén el orden y la limpieza y diseña un lugar donde se favorezca la concentración y en el que te sientas muy a gusto.
- Revisa tu trabajo. Sé minucioso con lo que tienes entre manos, la ortografía cuando mandas un email, los datos que presentas en un informe…
- Cumple los plazos. Debes estar siempre atento a los plazos de entrega y asegurarte de que el trabajo está terminado entonces. Incluso intenta acabarlo un poco antes para tener margen para repasarlo, no esperes a última hora o puede haber algún error inesperado.
- Distingue lo urgente de lo importante. Normalmente atendemos antes las cosas urgentes para dejar de lado lo verdaderamente importante. Estudia qué tareas son importantes en tu planificación porque serán las que deberás realizar primero.
- Sé organizado. Si alguien te pide algo en un momento de máximo nivel de trabajo, si lo tienes todo controlado encontrarás eso que necesita sin perder tiempo buscando entre todos tus papeles y documentos.
- Sé eficiente. Cuando quieres ser productivo la eficiencia es la clave. Prepara un calendario, programa tus tareas para el día y asegúrate de que se están cumpliendo.
- Toma la iniciativa. Esfuérzate por ser el mejor en cada cosa que emprendes. Es tu primera incursión en el mundo real empresarial y debes hacerte valer.
- Descansa. No todo será trabajo, también debes dejar espacio para el descanso, ya que tu cuerpo y tu mente lo necesitan para cargarse de energía y regresar con fuerza.
- Establece metas realistas. Albergar expectativas demasiado fantasiosas nos puede llevar hacia el fracaso. Márcate unos objetivos asumibles, y ve cumpliendo uno tras otro.
- Identifica tus horas más productivas. Descubre esos momentos del día en los que te sientes más motivado y deja las tareas más importante para hacerlas entonces.
- Crea recompensas. No me refiero a grandes premios, simplemente, un pequeño «regalo» que te reconforte tras haber cumplido con lo que tenías planificado ese día o cuando termines esa tarea que tanto tiempo te ha llevado hacer. No tienen por qué ser materiales.
