Cuando nos ponemos frente a los libros y a los apuntes tan importante es tener una adecuada actitud como eliminar aquellos malos hábitos de estudio que nos pueden llevar al fracaso. Hoy voy a resumirte algunos de ellos para que seas capaz de identificarlos y poner remedio cuanto antes.
- Estudiar en un entorno inadecuado. Para que el proceso de estudio y memorización de la tarea se lleve a cabo con éxito debes encontrar un espacio tranquilo y convertirlo en tu reducto particular. Nada de estar con los apuntes y escuchando música (a menos que te pongas alguna especial que te ayude a concentrarte), tener el Facebook abierto y estar respondiendo al Whatsapp. Las distracciones son los ladrones del tiempo más potentes y de los que debes escapar si quieres rendir mejor.
- Estudiar siempre en el mismo sitio. Aunque has de encontrar ese lugar tranquilo y perfecto para tu estudio, intenta que no sea siempre el mismo. Es decir. Hay estudiantes que se acostumbran a estudiar en su habitación, por ejemplo, y en el momento en el que tienen que hacerlo en otra parte son incapaces de concentrarse.Intenta estudiar en la biblioteca, o si solo estudias en la biblioteca aprende a hacerlo en casa. Porque habrá días en los que esté cerrada y no te quede más remedio que sentarte en tu cuarto.
- No estudiar día a día. Dejar todo para última hora es algo que a veces pasa, y hay gente a la que le funciona, pero por lo general no da buenos resultados. Pegarte la gran paliza los días antes de un examen no es un hábito recomendable, más bien todo lo contrario: has de ser constante día tras día, organizado y perseverante. Que al principio igual te cuesta, pero ya verás como poco a poco cada vez es más sencillo. Y notarás los resultados. Con que leas los apuntes del día y te quedes con lo más importante es más que suficiente. Y conforme se acerque la fecha del examen ya irás incrementando la intensidad. Pero todo lo que ya tengas hecho será tiempo que estés ganando.
- Estudiar con otras personas. Estudiar en grupo puede ser motivador al principio, sobre todo a la hora de salir de casa para ir a la biblioteca si has quedado con alguien. Pero no tiene muchos más beneficios. De hecho, puede convertirse en un mal hábito si te dejas arrastrar y al final termináis todos en la cafetería de la biblioteca. Y no es lo mismo ver a otra persona resolviendo un problema complicado y pensar que ya lo has entendido que hacerlo por ti mismo.
