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Cómo mantener la mente activa en vacaciones

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Podemos empezar a probar estos consejos para mantener el cerebro activo en las próximas vacaciones de Navidad para poder aplicarlo de forma constante y efectiva en verano, donde los días de parón formativo son más largos y, por eso, debemos entrenar con más insistencia nuestra mente para no regresar oxidados. Estos consejos son válidos si a la vuelta no tienes un examen, claro, porque en ese caso tocará dedicar un esfuerzo extra al estudio.

  1. Lo primero de todo, desconecta. Aunque se trate de mantener la cabeza activa, eso no implica que debas tenerla pensando constantemente en apuntes o trabajo. Tienes que dedicarte tiempo para ti, todo el que te debes del resto del año, y a los tuyos. Desconecta también de las nuevas tecnologías. Se trata de vaciar la mente todo lo que podamos para dejar sitio a los conocimientos que tengamos que adquirir a la vuelta. Evita llevarte preocupaciones a casa.
  2. Lee. Tu cerebro te lo agradecerá. Estará entretenido y dispones de tiempo para disfrutar de un buen libro en tus ratos libres.
  3. En verano, que es cuando tienes más días, aprovecha para hacer algún curso de algo que te guste. Fotografía, informática, dibujo, idiomas, lo que sea. Eso siempre te va a ayudar a estar activo y a entrenar a tu mente de cara al regreso a las aulas. Y el conocimiento que adquieras te servirá para tu futuro.
  4. Sal, conoce lugares nuevos, visita otras ciudades, haz turismo, no hace falta irte lejos, simplemente cambiar de lugar, aunque sea en el día, o en tu misma ciudad, incluso. Eso hará que tu curiosidad esté alerta y tus niveles de atención en guardia.
  5. Come sano y haz ejercicio. Esto en vacaciones y durante todo el año, claro. Pero en vacaciones tienes más tiempo para hacerlo, para salir a caminar, a hacer un poco de bici o ese deporte que tanto te gusta practicar pero para el que no dispones de tiempo suficiente durante el curso. Las endoforfinas liberadas te proporcionarán una sensación muy agradable, te sentirás genial, y tu mente estará preparada para la reflexión y el aprendizaje. Además, el ejercicio hace que las neuronas mueran más lentamente y propicia que nazcan nuevas ubicadas en el hipocampo, que es el responsable de la memoria y el aprendizaje.
  6. Escucha música. Todos conocemos los efectos terapéuticos de la música: combate el estrés y la ansiedad, ayuda mantener la concentración… Y sobre todo la clásica, ya sabéis. Un estudio llevado a cabo en 1993 desveló que alguien, al escuchar una sonata de Mozart, aumentaba temporalmente su coeficiente intelectual. Dicen que también contribuye al fomento de habilidades de escritura y lectura, de matemáticas… Aunque esto no ha podido probarse de manera científica.
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