Opinamos en 140 caracteres y publicamos las fotos de nuestras vacaciones. Compartimos, actualizamos, subimos, juzgamos, sentenciamos, nos evadimos. Las redes sociales se convierten en aliadas o en enemigas, y cuidar la imagen digital es fundamental, sobre todo de cara a un proyecto profesional.
Nuestras redes sociales son personales, pero si estamos sumergidos en algún proceso de selección de personal es probable (ahora mismo prácticamente todo el mundo lo hace) que nos busquen en Internet. Quieren saber más de nosotros, más de lo que dice nuestro currículum, de lo que expresamos en la entrevista. Por eso, es importante que la imagen que damos en las redes sociales no chirríe ni desentone con aquello que somos. Ni por falso ni por demasiado verdadero.
En primer lugar, es primordial que sepamos gestionar la privacidad de nuestra red social para saber qué compartimos y con quién lo hacemos. Tenemos que lograr que esa etiqueta en la que aparecemos en una actitud que no nos gusta no sea visible, y existen herramientas para ello. Será cuestión de controlar lo que nosotros mismos queremos compartir y lo que otras personas comparten sobre nosotros.
Consejos para crear una buena imagen digital
- Cuida la imagen de perfil que utilizas. Aunque tengas la privacidad muy restringida, la foto se verá aunque sea en pequeño tamaño. Intenta utilizarla según las necesidades de cada red, pues no es lo mismo G+ que Twitter o Linkedin. El uso de algunas de ellas está más enfocado al ámbito profesional por lo que la foto deberá “hablar” bien de ti.
- Ojo con el lenguaje que utilizas y las fotos que subes. Por ejemplo en Facebook suele ser habitual que tengamos a compañeros de trabajo agregados o que incluso puedan acceder a tu perfil potenciales clientes o personas que en un futuro quieran contratarte. En Facebook, también, la foto de portada siempre es pública, así que controla cuál publicas porque esa, aunque no te tenga agregado, siempre la podrán ver.
- No hables ni critiques a jefes, clientes, ex jefes… Recuerda que aunque puedas controlar la privacidad (en algunas redes más que en otras) siempre hay recovecos por los que acceder (o cotillas que se chivarán) así que no seas ofensivo ni publiques nada de mal gusto.
- Si quieres generar una buena imagen digital profesional es muy recomendable que tengas un blog donde poder escribir y expresarte de una manera más seria, también personal, pero que diga de ti muchas cosas y de una forma más apropiada.
- Si te creas un perfil de Linkedin, evita dejarlo muerto tras haber publicado tu currículum y tu foto. Debes participar en grupos de discusión y mantenerte activo para que, de esta manera, muestres tu proactividad y tus ganas de estar siempre al día (sobre todo si utilizas esta red como plataforma profesional).
- En Twitter, debes crear una buena descripción en tu biografía, y como en el resto también debes tener cuidado con las fotos de perfil y portada que publicas. Puedes tener los tweets protegidos, pero si quieres utilizarla de manera profesional esto te va a cortar totalmente las alas. Si los tienes abiertos, ten cuidado con lo que escribes o retwitteas. 140 caracteres parecen pocos, pero se puede hacer mucho (bueno y menos bueno) con ellos.
Ante todo, debe imperar la sensatez, principalmente si estás en un proceso de búsqueda de empleo, porque van a localizarte en Internet, y porque si encuentran tus redes sociales con cierto contenido que puedan considerar inapropiado, no será nada bueno para ti. Ante la duda, aplica el sentido común y sé tú mismo. Con cabeza.
