Cada persona es un mundo y, por eso, cada persona tiene diferentes maneras de estudiar, técnicas que a unos sirven y a otros no… Hoy vamos a hablar de los esquemas, una forma de sintetizar las ideas de un texto que tenemos que memorizar en principales, secundarias… y que se lleva a cabo de manera gráfica. Ideal para personas a las que les falla la memoria y retentiva ya que es muy visual.
Y es que con el esquema podemos ver de un solo golpe de vista estas ideas, de la más general a las más concretas, para así seleccionar y profundizar en los contenidos más importantes. Además, al tratarse de una herramienta visual, cuanto más ordenado o, por ejemplo, escrito en diferentes colores según las jerarquías, será más sencillo que lo memorices. Sin abusar de colorines y aderezos, solamente que te ayude a retener, en el caso de que esto te ayude.
Lo primero que hay que hacer es leer el texto sobre el que vamos a realizar el esquema, comprendiendo bien todo lo que leemos. Después, subrayamos para determinar cuál es la idea principal, cuál o cuáles pueden ser secundarias. Es muy importante hacer bien el subrayado para después confeccionar bien el esquema.
En el esquema usaremos palabras cortas, con brevedad. Que con ese golpe de vista nos recuerden ese concepto que hemos leído. Y lo haremos con nuestro propio lenguaje, no copiando frases literales del texto, si no sintetizando ideas. El encabezamiento debe tener la idea principal y de ahí “colgarán” los detalles que subyacen a esa idea. Siempre con concisión.
Existen diferentes tipos de esquemas. Puedes utilizar el que sea más útil y cómodo para ti. Así, pueden ser de llaves, de rayas, con números, con letras, con símbolos… siempre que haya una idea principal y de ella vayan apareciendo las de los siguientes niveles. Asimismo, puedes ayudarte de diversos tipos de letras (mayúsculas, minúsculas, subrayados…) para jerarquizar las ideas entre principales, claves, secundarias, explicativas, detalles, etc. Eso debes ser tú mismo quien encuentre la forma más adecuada para hacerlo, a nadie le funcionan los mismos esquemas.
En definitiva, el esquema te ayuda a tener una visión general de todo el tema que tienes que estudiar, contribuye a que pongas a trabajar tu capacidad de análisis y síntesis, razonarás mejor las ideas que aparezcan en él y retendrás también mejor la materia. Finalmente, te ayudará en el repaso de la lección y en el afianzamiento de conceptos.
